viernes, 30 de noviembre de 2012

Noguerones 'está en vilo' por una crecida del río Víboras

Vicenta Escucha es el rostro más visible de la batalla que libran buena parte de los vecinos de Noguerones, en Alcaudete, para que se limpie el cauce del Víboras. El 'sinfín' de peticiones para que se acometan las obras se sucede sin que llegue una respuesta. Temen que un día ocurra una desgracia. 'Dicen las crónicas que este pueblo —la pedanía de Noguerones, en Alcaudete— lo fundaron los pastores. Tiene unos quinientos años de historia y esta zona es la más antigua'.
Lo narra Manuel Castillo, un vecino que no es cronista de este núcleo de población, pero que, como muchos de sus habitantes, está convencido de que es una urgencia que se limpie el cauce del río Víboras. Tanto que, como se comenta entre los habitantes, están dispuestos a “armar jaleo” hasta que lo consigan. “Hasta ahora, lo hemos pedido en muchas ocasiones y se echan la china de unos a otros”, comenta un parroquiano.
Ayer, el caudal no era importante, quedaba dentro de su caja, pero, desde hace años, el agua es una amenaza para la población, que, con 1.116 vecinos censados, representa aproximadamente un 10% de la población total del municipio matriz de Alcaudete. El “casco histórico” del pequeño Noguerones lo forman la iglesia y calles como la Avenida Juan Ramón Jiménez, la del Puente, San Marcos o Del Río. Y, en algunas casas, el agua alcanzó 1,80 metros de altura en las “grandes inundaciones” como las de 1996, la de 1973 o las de “hace sesenta años”, pero, en este siglo XXI, también se han llevado más de un susto. “Ya no llueve como antes, viene todo de golpe y tenemos miedo de no poder reaccionar”, deja claro Vicenta Escucha, que es la particular “don erre, que erre” de Noguerones, al menos, con esta cuestión. “He llamado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, al Ayuntamiento y, cuando tuvo competencias sobre los ríos, a la Junta, para reclamarles que las máquinas limpien el cauce, pero nada”, relata.

Celia Jiménez y el temor goleador de los grandes



El principio de la temporada esta dejando una Liga muy igualada en la que los grandes favoritos están sufriendo para sacar adelante muchos de sus partidos. Entre esas jugadoras que están sorprendiendo a todos está la jienense Celia Jiménez, jugadora del Sevilla.
Celia Jiménez (Alcaudete, Jaén, 1995) debuto en la Superliga con 14 años en el Real Jaén. Su calidad hizo que ya a esa edad la selección española Sub'16 la convocara. Un año después ficharía por el Sevilla donde ahora con sus         17 años sigue triunfando. Pieza fundamental del equipo andaluz e integrante de la selección española Sub'19. Esta temporada Celia se esta convirtiendo en una de las jugadoras revelaciones de la temporada. Desde su versatilidad para jugar en banda esta ayudando al Sevilla a llevar un año en el que el equipo esta creciendo partido a partido. "Me considero una jugadora polivalente, me gusta trabajar para el equipo. Mi afán no es anotar personalmente goles. Me gusta iniciar la jugada desde atrás cuando juego como defensa y si lo hago de extremo prefiero subir la banda y poner el balón a una compañera que esté bien situada, estas son mis posiciones habituales", declara Celia.
Este año la andaluza ya no solo asiste sino que está destacando por su goles, de momento dos tantos que han valido 4 puntos para su equipo. El primero lo marcó en el campo del Levante y sirvió para certificar la remontada de su equipo. Ese día alguna jugadora levantinista y compañera suya en la selección quería "matarla". Las que conocen a Celia saben que lo suyo no es precisamente marcar muchos goles. Esta semana volvió a marcar y lo hizo ante el campeón de Liga, el Barcelona, su tanto supuso el empate a 1. Un punto que sacaba el Sevilla y que de nuevo tuvo a Celia como protagonista. Respecto a esta sensación de matagigantes la andaluza bromea: "En ocasiones puedo sentir esa presión, pero intento evadirla. La banda es muy amplia y no se lo pongo fácil a mi contraria para seguirme. Intento dar buenos pases a mis compañeras y si tengo oportunidad de ver portería mejor". Celia no tiene claro su favorito para la Liga: "Algunos equipos partieron como favoritos y se les complican las cosas. Estamos viendo como todos los equipos están dejándose puntos. Nosotras arrancamos de abajo y poquito a poco vamos subiendo. Faltan muchos partidos, ya veremos lo que pasa".
El fútbol femenino exige mucha dedicación y esfuerzo, y un claro ejemplo es lo que Celia nos cuenta de los desplazamientos : "Para ir de Sevilla al País Vasco en autobús, se nos va todo el fin de semana, salimos el viernes y el regreso lo hacemos en la madrugada del lunes. Me queda poco tiempo para el resto de cosas". Los estudios y la familia ocupan el poco tiempo que el fútbol deja libre. Celia sabe que todavía es muy joven y que le queda mucho camino por recorrer. Es consciente de lo mucho que hay que trabajar y lo difícil que es vivir del fútbol en España: "Yo sé lo que es estar lejos de casa, con quince años me alejé de mi familia y no es fácil. Lo ideal sería continuar aquí, estudiar una carrera universitaria y consolidarme como deportista profesional".
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