Tres casas de las '60 viviendas', una barriada de protección oficial de Alcaudete, continúan ocupadas por miembros conflictivos del clan de los Pikikis, a la espera de que lleguen las órdenes de desahucio. La tensión aumenta en la zona después de que, supuestamente, esta familia sufriera un robo.
Los ánimos en las “60 viviendas” de Alcaudete no están muy calmados desde hace tiempo. La presencia de algunos miembros conflictivos del clan de los Pikikis, que tuvo que huir de Linares por su enfrentamiento con los Mallarines, en 2005, obliga a extremar la vigilancia en la barriada, como explican fuentes de la Policía Local. Esta familia se asentó en el municipio alcaudetense en junio de 2010, cuando entraron en inmuebles de protección oficial que estaban vacíos.
En marzo de 2011, comenzaron a ejecutarse órdenes de expulsión. Fue gracias al trabajo conjunto del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, titular de los inmuebles. Sin embargo, actualmente, todavía hay tres casas en las que hay Pikikis instalados de forma ilegal, como confirman desde el Cuerpo policial. Hasta que no lleguen los autos de desalojo, aclararon, nada se puede hacer para que abandonen los pisos. Lo que sí está constatado, informaron, es la marcha de algunos de ellos, al parecer, para trasladarse a la provincia de Sevilla. Pero mientras se marchan, ocurren incidentes, como aclara un portavoz policial, el último, la denuncia por un supuesto robo en una de las casas en las que residen los Pikikis. A raíz de ello, se abrió una investigación para tratar de determinar qué ocurrió con exactitud, puesto que los hechos “no están muy claros”.
En septiembre de 2010, uno de los miembros del clan, que todavía se encuentra en Alcaudete, tal y como se precisó a este periódico, protagonizó un altercado, una agresión a un empleado de la compañía del agua que quería comprobar si las casas ocupadas se abastecían de servicios sin pagarlos. El operario fue agredido y el acusado fue a juicio por un delito de lesiones y, según la Policía Local, se le condenó.
En marzo de 2011, comenzaron a ejecutarse órdenes de expulsión. Fue gracias al trabajo conjunto del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, titular de los inmuebles. Sin embargo, actualmente, todavía hay tres casas en las que hay Pikikis instalados de forma ilegal, como confirman desde el Cuerpo policial. Hasta que no lleguen los autos de desalojo, aclararon, nada se puede hacer para que abandonen los pisos. Lo que sí está constatado, informaron, es la marcha de algunos de ellos, al parecer, para trasladarse a la provincia de Sevilla. Pero mientras se marchan, ocurren incidentes, como aclara un portavoz policial, el último, la denuncia por un supuesto robo en una de las casas en las que residen los Pikikis. A raíz de ello, se abrió una investigación para tratar de determinar qué ocurrió con exactitud, puesto que los hechos “no están muy claros”.
En septiembre de 2010, uno de los miembros del clan, que todavía se encuentra en Alcaudete, tal y como se precisó a este periódico, protagonizó un altercado, una agresión a un empleado de la compañía del agua que quería comprobar si las casas ocupadas se abastecían de servicios sin pagarlos. El operario fue agredido y el acusado fue a juicio por un delito de lesiones y, según la Policía Local, se le condenó.
José Rodríguez Cámara/Jaén
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