Los orígenes de la tradicional matanza del cerdo se remontan a varios siglos atrás y a pesar de los años esa costumbre se mantiene aún en estos días. Tradicionalmente, el 11 de noviembre, fiesta de San Martín, señalaba siempre el comienzo de las matanzas, de ahí el refrán popular que dice: ¿A todos los cerdos les llega su San Martín?. A partir de esta fecha ya se inicia la cuanta atrás para ese esperado momento del sacrificio del animal. Comienzan así los preparativos, los prolegómenos necesarios que rodean esta actividad para que todo salga perfecto. Los utillajes que han permanecido cuidadosamente guardados desde el año anterior después de servir para la última matanza, se sacan sigilosamente y se ponen a punto nuevamente para la de este año. Pero, no obstante, la matanza, propiamente dicha, no se materializa hasta pasadas unas dos semanas más tarde aproximadamente, que es cuando en la Sierra Sur se hace sentir el frío intensamente que es imprescindible y que se requiere para llevar a cabo el sacrificio del cerdo y posteriormente toda la parafernalia culinaria que rodea esta jovial actividad puramente gastronómica.
Así, tradicionalmente era, y aún lo es, el 30 de noviembre, festividad de San Andrés cuando por lo general se empiezan las matanzas, cuya fecha da lugar a otro refrán popular que dice así: ¿Por San Andrés mata tu res?, cuyo proverbio, como decimos, da a entender que a partir de esa festividad es cuando las condiciones climatológicas en cuanto a frío se refiere, son favorables para la práctica en cuestión. Es entonces cuando familias enteras se dedican a esta actividad en medio de un solemne ritual. Aunque, eso sí, este ceremonial se lleva a cabo en medio de un clima alegre y de lo más ocurrente por parte de cuantos participan, pero cada cual con su misión correspondiente que se le encomiende. Pues éstos son muy conscientes de la importancia que tienen las labores matanceras y por eso no la descuidan ni le dejan de prestar la más mínima atención, aunque lo hagan en un ambiente de divertimento. Extraído de www.afuegolento.com.
Así, tradicionalmente era, y aún lo es, el 30 de noviembre, festividad de San Andrés cuando por lo general se empiezan las matanzas, cuya fecha da lugar a otro refrán popular que dice así: ¿Por San Andrés mata tu res?, cuyo proverbio, como decimos, da a entender que a partir de esa festividad es cuando las condiciones climatológicas en cuanto a frío se refiere, son favorables para la práctica en cuestión. Es entonces cuando familias enteras se dedican a esta actividad en medio de un solemne ritual. Aunque, eso sí, este ceremonial se lleva a cabo en medio de un clima alegre y de lo más ocurrente por parte de cuantos participan, pero cada cual con su misión correspondiente que se le encomiende. Pues éstos son muy conscientes de la importancia que tienen las labores matanceras y por eso no la descuidan ni le dejan de prestar la más mínima atención, aunque lo hagan en un ambiente de divertimento. Extraído de www.afuegolento.com.
Hoy es más difícil la crianza del cerdo, por no disponer de espacios adecuados , (¿imagináis criar un cerdo en mi piso?) pero tenemos la posibilidad de comprar el cerdo criado en las granjas de nuestro pueblo y ofreciéndonos todas las garantías sanitarias.
Buenos chorizo y salchichones que me salieron el año pasado. Este año repito. Mari Carmen.
ResponderEliminar