La Guardia Civil ha imputado a un hombre identificado con las inicicales A.M.P., como presunto autor de un delito contra la seguridad vial. El etilómetro detectó que conducía bebido. Lo pararon pasadas las tres de la madrugada en la carretera A-315, la vía que une Úbeda con Torreperogil y el Parque Natural de Cazorla. Lo hicieron soplar dos veces. La primera dio un resultado positivo de 1,23 miligramos de alcohol por litro de sangre espirado. El límite permitido para ponerse al volante es de 0,25. Se quedó a dos centésimas de multiplicar por cinco la tasa legal. Cuando le dieron la segunda oportunidad, se superó: 1,35. Señal de que la borrachera iba 'in crescendo'. Una de las alcoholemias más altas que han trascendido en los últimos años en Jaén. La más alta del año que haya informado la Guardia Civil.
Según estudios de la DGT, con esos niveles de alcohol en la sangre A.M.P. estaba en la fase más alta de un estado de «embriaguez importante», cuya sintomatología se refleja para personas con una tolerancia normal al alcohol «en reflejos muy perturbados y retraso en las respuestas, pérdida del control preciso de los movimientos, problemas serios de coordinación, dificultades de concentración de la vista y disminución notable de la vigilancia y percepción del riesgo». Un peligro al volante. Unas décimas más aún y hubiera entrado en el estado de embriaguez «muy importante», cuyos síntomas son «cambios de conducta imprevisibles, agitación psicomotriz, fuertes perturbaciones psicosensoriales y vista doble y actitud titubeante».
La de A.M.P. entra en el ranking de las alcoholemias más llamativas que han trascendido en los últimos años. El récord lo tiene un hombre que fue cazado en junio de 2005 haciendo ochos por la Avenida de Madrid de Jaén con una tasa de alcohol el sangre de 1,75, siete veces más de lo legal. En junio de 2007, en un control de carretera en la rotonda de Mengíbar, un hombre identificado como R.G.C. dio 1,74. En el segundo intento medio lo arregló, por dio 1,39 (siempre se aplica a efectos de pérdida de carné, multa y sanción penal la medición que favorece más al infractor).
Otras alcoholemias considerables que han trascendido en los últimos años son la de un motorista al que pararon en Cazorla y dio 1,25 (dado que iba a los mandos de un vehículo de dos ruedas, un peligro es más que considerable) o la de un hombre, J.V.R.A., que el junio de 2010 dio en Alcaudete 1,17 y 1,19. Su 'mérito' para entrar en los contados casos que la Guardia Civil informa con iniciales y tasa está en que conducía con el carné retirado por sentencia judicial.
La enorme presión de la Guardia Civil de Tráfico contra las conducciones alcohólicas ha hecho que ponerse al volante con unas copas de más sea cada vez menos frecuente. En el último año del que hay cifras oficiales, se hicieron casi 100.000 controles de alcoholemia en las carreteras de la provincia. Dieron positivo 1.263. Seis años antes, el número de positivos fue prácticamente el mismo, pero con poco más de 43.000 controles. Hubo años con 3.000 positivos. La cifra da fe del esfuerzo que noche a noche, rotonda a rotonda, hacen en Tráfico.
En 2010, según Tráfico, se pusieron en la provincia de Jaén más de 75.000 multas por infracciones de circulación. El alcohol es la sexta causa de sanción, por detrás de la velocidad (más de mitad de las sanciones). Le siguen distracciones, no usar el cinturón, conducir sin carné o hablar por el móvil. Aunque de vez en cuando se dan casos como el de A.M.P.
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